Satz
81 :
Yo siempre había
creído que eran fábulas; pero,
sin embargo, eran tan extraños, que
sólo podían repetirse en voz
baja.
Satz
82 :
¿Debía morir
yo de hambre, en aquel subterráneo mundo
de tinieblas, o qué muerte más
terrible me esperaba?
Satz
83 :
Puesto que conocía
demasiado bien el carácter de mis jueces,
no podía dudar de que el resultado era
la muerte, y una muerte de una amargura escogida.
Satz
84 :
Lo que sería, y
la hora de su ejecución, era lo único
que me preocupaba y me aturdía.
Satz
85 :
Mis extendidas manos encontraron,
por último un sólido obstáculo.
Era una pared que parecía construida
de piedra, muy lisa, húmeda y fría.
Satz
86 :
La fui siguiendo de cerca,
caminando con la precavida desconfianza que
me habían inspirado ciertas narraciones
antiguas.
Satz
87 :
Sin embargo, esta operación
no me proporcionaba medio alguno para examinar
la dimensión de mi calabozo, pues podía
dar la vuelta y volver al punto de donde había
partido sin darme cuenta de lo perfectamente igual, que parecía la pared.
Satz
88 :
En vista de ello busqué el
cuchillo que guardaba en uno de mis bolsillos
cuando fui conducido al tribunal.
Satz
89 :
Pero había desaparecido,
porque mis ropas habían sido cambiadas
por un traje de grosera estameña.
Satz
90 :
Con objeto de comprobar
perfectamente mi punto de partida, había
pensado clavar la hoja en alguna pequeña
grieta de la pared.
Satz
91 :
Sin embargo, la dificultad
era bien fácil de ser solucionada, y,
no obstante, al principio, debido al desorden
de mi pensamiento, me pareció insuperable.
Satz
92 :
Rasgué una tira
de la orla de mi vestido y la coloqué en
el suelo en toda su longitud, formando un ángulo
recto con el muro.
Satz
93 :
Recorriendo a tientas
mi camino en torno a mi calabozo, al terminar
el circuito tendría que encontrar el
trozo de tela.
Satz
94 :
Por lo menos, esto era
lo que yo creía, pero no había
tenido en cuenta ni las dimensiones de la celda
ni mi debilidad.
Satz
95 :
El terreno era húmedo
y resbaladizo.
Satz
96 :
Tambaleándome,
anduve durante algún rato.
Satz
97 :
Después tropecé y
caí. Mi gran cansancio me decidió a
continuar tumbado, y no tardó el sueño
en apoderarse de mí en aquella posición.
Satz
98 :
Al despertarme y alargar
el brazo hallé a mi lado un pan y un
cántaro con agua.
Satz
99 :
Estaba demasiado agotado
para reflexionar en tales circunstancias, y
bebí y comí ávidamente.
Satz 100 :
Tiempo más tarde
reemprendí mi viaje en torno a mi calabozo,
y trabajosamente logré llegar al trozo
de estameña.